"La ultracavitación permite disolver la adiposidad localizada en diferentes partes del cuerpo de una manera no invasiva. La emisión de ondas ultrasónicas, de baja frecuencia y potencia, crea una rápida alternancia de compresión y depresión", señala Alicia Pereyra, médica especializada en estética.

La destrucción de las células adiposas estimula la circulación sanguínea y la generación de nuevo colágeno, lo que mejora el aspecto externo de la celulitis, agrega.

Las áreas de aplicación son: el abdomen (lateral y central), los glúteos, el bajo glúteo, las piernas, los brazos y el bajo corpiño. "Destruido el adipocito -continúa-, la grasa y los restos celulares son eliminados por procesos fisiológicos del organismo". Se aplica sin anestesia, sin pinchazos y el procedimiento es rápido.